5 puntos clave al inicio de la floración de las plantas de marihuana

El verano implica relajación, tiempo libre, viajes, descanso, pieles bronceadas en la arena, festivales musicales, fiestas populares, tranquilidad, grandes momentos entre amigos, largas noches alrededor de una copa, o deliciosos platos preparados en una barbacoa, uno de los estandartes de este periodo estival.

Pero en cuanto a nuestro pasatiempo favorito, no es momento para fiestas, sino todo lo contrario. El bikini y la toalla se quedan de lado porque las plantas de marihuana tienen mucho trabajo por delante para sacar el máximo partido a sus recursos. Ahora es el momento de evolucionar en plenitud bajo el sol del verano, y producir deliciosas y densas flores con aromas embriagadores.

En esta fase, los problemas que puedan surgir suelen estar relacionados principalmente con una mala gestión del riego, del mantillo, del soporte de la estructura, de la defoliación o de la luz.

El riego

Durante esta fase, es vital que las plantas de marihuana no sufran carencias hídricas ni nutritivas. En la medida de lo posible hay que regar por la mañana para que las plantas tengan suficientes reservas de agua y de alimento, y puedan afrontar con tranquilidad las calurosas jornadas propias de la época.

Habrá que añadir un abono específico para la fase de crecimiento, así como un estimulador de raíces para mejorar su salud, y optimizar su vigor y su capacidad de absorción (una vez por semana es suficiente). También se recomienda el uso de trichoderma harzianum, un hongo beneficioso, complementario al estimulador de raíces, que protege la masa radicular y estimula su crecimiento. Lo correcto es realizar la mezcla en agua a temperatura ambiente y regar.

Es preferible no regar al anochecer ya que en ese momento aumenta la humedad del aire, y, en función de la resistencia de la variedad cultivada, el exceso de humedad podría fomentar la aparición de hongos.

Te recomendamos que utilices un abono de crecimiento hasta que aparezcan los pistilos que anuncian la llegada de la fase de floración. Luego habrá que realizar una transición progresiva, durante unos 6 a 10 días, reduciendo de forma gradual el fertilizante de crecimiento y alternándolo con uno específico de floración.

Los momentos del día con temperaturas más altas se dan entra las 12:00 y las 15:00, dependiendo de la zona geográfica. Durante este intervalo no es bueno regar, incluso aunque el agua suministrada por la mañana no haya sido suficiente. Se podría producir un shock térmico y las raíces podrían quemarse, lo que entrañaría un grave perjuicio para las plantas.

Mantillo (mulching)

El uso de mantillo o mulch es un excelente recurso para evitar la evaporación de agua o un shock térmico. Se trata de un método preventivo muy útil, ya que es una capa protectora del sustrato, de unos 2 a 5 cm de espesor, según el clima de la zona, compuesta por desechos vegetales o minerales (corteza o copos de madera, perlita, hierba de la siega del jardín, etc). ¡No tengas la menor duda de que es una solución que aporta muchas ventajas!

Apoyo de la estructura de la planta

Antes de que progrese la fase de floración es fundamental procurar a las plantas un apoyo sólido para la estructura vegetativa. No hay que escatimar medios para que las plantas estén listas para soportar el peso de los cogollos cuando estalle la floración.

Si no se realiza un buen trabajo en este sentido, con una jaula cilíndrica de metal, con una red cuadriculada perforada o con tutores, se podría producir la rotura de las ramificaciones que sujetan las flores de marihuana.

Esto impediría la maduración y el desarrollo de las flores, lo que evidencia que el trabajo no realizado de antemano puede causar problemas que conlleven trabajos añadidos, así como la merma de la producción. ¡En este caso, prevenir es curar!

Defoliación

Según la variedad cultivada, puede ser necesaria la realización de una o varias defoliaciones. Bubba Kush o Remo Chemo son algunas de las variedades de marihuana que necesitan una o varias defoliaciones porque son genéticas con una masa foliar tendente a impedir que la luz llegue hasta los cogollos, lo que dificulta su engorde y que su formación se complete.

Lo correcto sería observar con atención el desarrollo de los cogollos y analizar de cerca el potencial de penetración de la luz en la parte alta de la planta. Es un punto a vigilar de cerca, ya que repercutirá directamente en la producción final del cultivo de marihuana.

Algunas especies de marihuana tienen una distancia intermodal más o menos grande, y una masa foliar más o menos densa, por lo que hay que estar atento y valorar su evolución. Pero hay que ser prudente y no realizar defoliaciones excesivas, ya que podrían conllevar las mismas consecuencia que en el caso contrario. En este caso las plantas se estresarían y no tendrían hojas suficientes para efectuar una actividad fotosintética acorde con sus necesidades.

Luz

Durante la evolución de la fase vegetativa la luz juega también un papel clave en el desarrollo general de las plantas de marihuana. Si cultivas en macetas y no son muy grandes como para desplazarlas, cambiarlas de sitio para que tengan suficiente espacio, tanto para optimizar la penetración de luz como para airear y reducir su transpiración.

Si las plantas están directamente sobre la tierra, en una zona sombría, intenta eliminar la vegetación circundante, pero manteniendo la discreción y la visibilidad del cultivo de marihuana, ya que esto podría crear problemas de otro tipo en materia de seguridad.