¿Cómo afecta la marihuana a nuestro sistema inmunitario?
- El cannabis es una planta que tiene una amplia variedad de efectos en el cuerpo, muchos de los cuales están relacionados con el sistema inmune.
- Parece ser que los cannabinoides son inmunomoduladores. Pero, ¿debilitan o fortalecen la función inmune? Os contamos lo que muestran las investigaciones.
Estamos constantemente expuestos a enfermedades infecciosas causadas por bacterias, virus y otros microorganismos. Sin ninguna defensa para mantener a raya a estos invasores, todos duraríamos muy poco. Afortunadamente tenemos un sistema inmunitario que nos protege: la compleja red de células, tejidos y órganos que funciona con precisión militar para mantenernos saludables.
Nuestro sistema inmune también juega un papel clave en la detección de células defectuosas y, a través del proceso de muerte celular, asegura que estas células no continúen creciendo. Matar células es un elemento crucial de un sistema inmunitario que funciona de manera saludable, pues mantiene un delicado equilibrio entre el crecimiento y la muerte. Si, por ejemplo, hay demasiada muerte celular, pueden producirse enfermedades autoinmunes, mientras que muy poca puede crear el ambiente perfecto para el cáncer.
Algunos estudios sugieren que los cannabinoides como el THC y el CBD son inmunosupresores (suprimen nuestro sistema inmunitario) lo que puede explicar el alivio experimentado por los consumidores de cannabis medicinal con enfermedades autoinmunes relacionadas con la inflamación crónica. Otros estudios han demostrado que el consumo regular de cannabis puede aumentar el recuento de glóbulos blancos en los trastornos de inmunodeficiencia, lo que sugiere un efecto de estimulación inmunológica.
Pero todo se vuelve aún más complicado cuando consideramos que los efectos del cannabis están mediados por el sistema endocannabinoide, que los científicos creen que interactúa con toda la actividad biológica, incluido nuestro sistema inmunitario. La conclusión es que queda mucho por descubrir sobre cómo el cannabis afecta nuestro sistema inmune. Pero aquí hay algo de lo que sabemos hasta ahora:
La inflamación, un arma de doble filo
Que el cannabis suprime nuestro sistema inmunitario es la razón por la cual es tan bueno para disminuir la inflamación y aliviar el dolor. Esto puede ser algo bueno o malo dependiendo de la situación. La respuesta inflamatoria está destinada a prevenir infecciones, una especie de respuesta vital que aísla las áreas afectadas y evita que virus y toxinas se propaguen por todo el cuerpo. Entonces, detener esa respuesta inmune inflamatoria en realidad sería contraproducente, pues puede prolongar el tiempo de actuación de un patógeno.
Por ejemplo, no son pocos los que cree que cualquier forma de consumo de THC puede ponerte en mayor riesgo durante la pandemia de coronavirus, citando una investigación publicada por el ‘Journal of Neuroimmunomodulation’ en 2017 que estudió a ratones infectados con el virus de la gripe que luego recibieron THC. Según el estudio, los ratones vieron un aumento general en las cargas virales y un sistema inmunitario más débil para combatir la gripe.
Sin embargo, la inflamación excesiva también puede provocar problemas crónicos. A veces, el sistema inmunitario reaccionará de forma exagerada ante una amenaza interna, atacando las células sanas del cuerpo en lugar de las infectadas. Esto puede provocar una variedad de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide (cuando el sistema inmune ataca el tejido en las articulaciones), la enfermedad de Parkinson (el sistema inmunitario parece destruir las células productoras de dopamina en el cerebro) o la esclerosis múltiple (el sistema inmunitario daña la vaina de mielina alrededor de las neuronas). Se ha demostrado que el cannabis es eficaz para reducir la respuesta inflamatoria asociada con estas enfermedades.
Puede ayudar al sistema inmunitario
Otros estudios sugieren que la planta de cannabis hace algo completamente diferente, fortaleciendo nuestro sistema inmunitario y ayudándolo a volver al equilibrio para combatir las infecciones. Este parece ser el caso de los pacientes de SIDA, donde el cannabis los ayuda a sobrellevar sus síntomas y fortalece la respuesta de sus cuerpos a la enfermedad. Múltiples estudios han demostrado que los pacientes con SIDA que usan marihuana tienen cantidades más altas de células T, linfocitos que destruyen los patógenos nocivos. El virus del VIH elimina estas células T, lo que hace que los pacientes con VIH sean más vulnerables a infecciones normalmente inofensivas.
El cannabis también puede modular la neurogénesis y la neurodegeneración, el crecimiento y la degeneración del tejido nervioso en el cerebro, respectivamente. Y el sistema inmunitario desempeña un papel importante en patologías derivadas de anormalidades en estas funciones. Así, los primeros estudios en animales han demostrado que el cannabis podría ser beneficioso para pacientes con daños cerebrovasculares, traumatismo craneal o isquemia cerebral.
Apoptosis o muerte celular programada.
La apoptosis es el proceso por el cual el sistema inmunitario le dice a las células enfermas que deben morir. Las células cancerosas esencialmente ignoran este proceso y siguen creciendo. Hasta hace poco, las únicas armas anticancerígenas aprobadas han sido los tratamientos como la quimioterapia, que destruyen no solo las células cancerosas, sino también las células sanas. Algunas investigaciones preliminares han demostrado que la marihuana puede aumentar ciertos tipos de apoptosis; y ciertos tipos de cáncer son más susceptibles a la apoptosis inducida por cannabinoides que otros. Esto no sugiere que fumar marihuana pueda curar el cáncer, como algunos han dicho. Pero obviamente es algo que debería estudiarse con mayor detalle.
La clave podría estar en el sistema endocannabinoide
Se sabe que el sistema endocannabinoide desempeña un papel en la regulación del sistema inmune y su función general. Existe un gran número de receptores de cannabinoides (CB1 y CB2) en las células inmunes y en el tracto digestivo, el sistema nervioso, el cerebro y los tejidos articulares. En un estado saludable, los cannabinoides endógenos producidos naturalmente (endocannabinoides) interactúan con estos receptores para mantener el buen funcionamiento del sistema inmune.
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