¿Cómo seleccionar el mejor fenotipo de tu variedad favorita?
- Cuando compramos semillas de marihuana, realizamos la elección en función de criterios personales ligados a las cualidades organolépticas de la planta (aroma, sabor y efecto) o a su productividad.
- No obstante, los objetivos de cada uno pueden ser bien diferentes, y los aspectos prioritarios para cada cultivador son más bien subjetivos, y pueden ser totalmente opuestos entre unos y otros.
- En este artículo te explicamos cómo seleccionar el fenotipo de una variedad de marihuana en función de los rasgos concretos que más te puedan interesa.
Normalmente, los cultivadores se fijan en el olor, el sabor o los efectos de la marihuana que cultivan. Aunque el rendimiento final también puede ser un punto clave para los cannabicultores a pequeña escala o para las empresas que cultivan a gran escala para fines comerciales legales.
El tamaño de la planta puede ser también un factor decisivo para ambos, ya que los pequeños cultivadores podrían carecer de espacio, y los cultivadores a gran escala podrían querer dar prioridad a la optimización de la producción de cada m2, por ejemplo, con cultivos verticales.
Otros puntos clave para los cannabicultores podrían ser la duración del periodo de floración, el nivel de resistencia a los hongos y los insectos, o la estabilidad genética. Todos son valores añadidos de gran importancia, y complementarios, de cara a la viabilidad de la conservación de una planta a largo plazo, tanto para el pequeño cultivador como para el profesional.
Criterios de selección para tu fenotipo de marihuana favorito
Como ya hemos comentado, los criterios de selección son subjetivos, y se trata de una opción totalmente personal.
Aroma
La emoción que provoca el aroma de una planta de marihuana puede variar totalmente entre una persona y otra. Puede darse el caso de que uno sienta una gran emoción al oler una variedad de marihuana acorde con sus apetencias naturales, mientras que para otros se trate de una experiencia non grata.
No hay nada malo en ello, ya que se trata de algo totalmente personal. Por ejemplo, te puedes sentir atraído por el perfil terpénico de la variedad Original Amnesia, donde domina el limoneno, porque te recuerda a un huerto de limoneros o de naranjos, con aromas cítricos de lo más variados, o por una California Hash Plant, rica en mirceno, con olor a tierra o a humus de sotobosque.
Si te enamoras de una planta en concreto, porque te produce un inmenso placer, ¡no dudes en conservarla!
Sabor
En cuanto a un sabor manifiestamente exquisito de un fenotipo concreto de una planta de marihuana, sucede exactamente lo mismo. Da igual si la consumes consumes con vaporizador o fumándola, pero si disfrutas cada vez que degustas una flor de una planta concreta, no te lo piensen más y conserva una copia o un esqueje.
Incluso si tus amigos te dicen lo contrario, no lo tengas en cuenta, cada uno es dueño de su elección. La diversidad es siempre enriquecedora, y tú podrías tener exactamente la misma reacción cuando ellos abriesen uno de sus tarros favoritos.
Dejarse llevar por las cosas que te atraen es lo mejor; en las relaciones amorosas, con los amigos, con la elección de los alimentos, con cualquier cosa material, o simplemente en el sentido general de tus apetencias naturales…
Efecto
El efecto producido por un fenotipo de marihuana puede variar en una misma línea genética. En primer lugar por fluctuaciones en el perfil cannabinoide, debido a variaciones del fenotipo, y a la composición bioquímica de cada persona.
Todo esto influye directamente en los efectos que experimentamos cada uno de nosotros. Cada persona tiene una concepción biológica diferente, por ello hay que fiarse de las sensaciones que experimentamos personalmente, y también hay que tener presente que estas pueden evolucionar según nuestros estado físico y anímico.
Si tienes un fenotipo de una variedad concreta que se adapta a tus gustos, con el que sientes una relajación física y mental realmente agradable, una gran euforia, o simplemente una sensación de felicidad o de bienestar general, merece la pena que lo conserves para tus futuros cultivos de marihuana.
Tamaño
Una vez expuestas las principales características organolépticas que pueden llamar tu atención a la hora de seleccionar tu fenotipo de marihuana favorito, pasamos a comentar un criterio de selección vinculado al aspecto estructural y relacionado directamente con el espacio de cultivo; el tamaño de la planta de marihuana.
Un cultivador de marihuana a pequeña escala, puede disponer de un espacio de cultivo de interior bastante grande, con una altura de 2,3 m a 2,5 m. Esta sería una situación ideal, y se podría seleccionar cualquier planta en este sentido. Pero si se diese el caso de que el espacio de cultivo tuviese tan solo 1 metro de altura, o incluso menos, en este supuesto las cosas podrían complicarse, y únicamente se podría seleccionar una planta con una altura adaptada a las posibilidades del espacio de cultivo.
En el caso de un cultivador profesional, cuya prioridad fuese la optimización de su producción por metro cuadrado (m2) en una infraestructura de producción bien definida, sucede lo mismo; el tamaño de la planta juega un papel fundamental, complementario al factor del rendimiento final de la planta seleccionada. Sobre todo en un cultivo vertical de interior.
Producción
La producción final de una planta de marihuana puede ser, también, el principal objetivo del cannabicultor, independientemente de su perfil. Puede que los cannabicultores particulares prioricen este aspecto porque no tienen mucho espacio, o porque solo pueden dedicarse al cultivo de su planta favorito durante un periodo de tiempo concreto al año. Por lo tanto tendrán que obtener los mejores rendimientos posibles para abastecerse durante todo el año.
Para el cultivador profesional este punto está relacionado directamente con el tamaño de la planta, ya que su objetivo es cosechar la mayor cantidad de flores densas y resinosas.
Duración del periodo de floración
El periodo de floración es otro factor que suele ser relevante para la gran mayoría de cultivadores, ya que en función de su duración se podrán realizar un número más o menos importante de ciclos de producción o de cosechas en un mismo año.
Esto dependerá, una vez más, de los objetivos o necesidades personales de cada uno. Se trata de un aspecto prioritario para los cultivadores profesionales que llevan a cabo su actividad en infraestructuras legales a gran escala, que, por ejemplo, pueden producir rápido y con cosechas muy abundantes, con variedades Indica, y así obtener rendimientos económicos más altos.
De esta forma será más fácil asumir sus cargas financieras y obtener mayores beneficios. Pero, para un cultivador a pequeña escala, también puede suponer un valor añadido, si quiere llevar a cabo varios ciclos de cultivo en un mismo año, o si tiene poco tiempo que invertir en esta actividad.
Resistencia a los hongos e insectos
Los hongos y los insectos pueden afectar en mayor medida a los cultivadores profesionales que a los particulares, simplemente porque pueden provocar perdidas económicas más importantes para los primeros, con los consecuentes gastos en productos fitosanitarios y la perdida de una parte de la producción.
Para el cultivador particular, podría perjudicar a la producción final prevista, lo que supondría un gran perjuicio si se dispone de poco tiempo y de un espacio de cultivo reducido.
Por todo ello, es importante elegir plantas cuyo fenotipo muestre un nivel inmunitario resistente, acorde con las condiciones climáticas del lugar de cultivo concreto, sea en interior, en invernadero o en exterior.
Mutaciones, deformaciones, hermafroditismo y degeneración genética
Se trata de un factor a tener muy en cuenta, ya que, incluso, si encuentras un magnífico ejemplar, con una calidad superior en cuanto a lo ya comentado, pero muestra signos de mutaciones o deformaciones durante el cultivo, normalmente es un mal augurio.
Sucede lo mismo si observas síntomas de hermafroditismo. Puede que el ciclo completo de cultivo de plantas con semillas con estos síntomas llegue hasta el final, no obstante, la conservación de un individuo con estos rasgos no es viable para una conservación a largo plazo.
No hay que olvidar que las características de un individuo están inscritas en su carta genética y que permanecerán presentes de forma intrínseca y permanente, y aparecerán hasta el infinito, tantas veces como lo cultivemos.
Sucede exactamente lo mismo con la manifestación de degeneraciones genéticas. Nunca podremos modificarlas y reaparecerán de forma recurrente.
En conclusión; si te encuentras con uno de estos fenotipos, te aconsejamos que no conserves un ejemplar de esa linea genética, y que te deshagas de él. Puede resultar difícil o decepcionante, pero es la mejor solución.
Todos estos problemas pueden acarrear el desarrollo de plantas inviables o imposibles de cultivar. Es la forma de evitar gastos de tiempo y de dinero en el mantenimiento de una planta condenada al fracaso desde el principio.
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