El síndrome de hiperémesis cannabinoide, un raro trastorno que divide a la comunidad del cannabis
- Cuando en algunos países comenzó la legalización de la marihuana recreativa, nadie esperaba un aumento de casos de síndrome de hiperémesis cannabinoide, cuyos síntomas incluyen náuseas, vómitos y dolor abdominal.
- Documentado por primera vez en 2004, este trastorno que afecta a usuarios habituales de marihuana ha cogido por sorpresa a científicos y médicos. Y plantea muchas preguntas sobre lo que hoy sabemos sobre el cannabis.
El síndrome de hiperémesis cannabinoide (por sus siglas en castellano SHC) es un trastorno poco conocido que se cree que está causado por el consumo crónico de cannabis. La hiperémesis es una palabra que describe vómitos severos y prolongados, a los que se unen dolor abdominal, deshidratación y otros síntomas adversos.
Si bien este síndrome tiene semejanza con patologías ya conocidas, como el síndrome de vómitos cíclicos o la hiperémesis gravídica (una forma de náuseas matutinas intensas causada por niveles elevados de hormonas en mujeres embarazadas) los defensores del cannabis y la comunidad médica no están de acuerdo en si podría ser una enfermedad real, un diagnóstico erróneo o, directamente, un engaño. Por tanto se necesita mucha más investigación para comprender mejor lo que sea que esté causando estos problemas.
Un vistazo a la literatura médica
Aunque investigadores australianos notaron por primera vez en 1996 una relación entre el consumo diario de cannabis y este síndrome de vómitos cíclicos, los casos se documentaron por primera vez en 2004, cuando un estudio publicado en la revista Gut agrupó a 19 pacientes que experimentaban vómitos regulares y eran consumidores habituales de marihuana. Específicamente, el 70% de los pacientes que redujo su consumo de cannabis «solucionó» sus vómitos; el otro 30% por ciento que no abandonó su hierba experimentó una continuación de sus síntomas.
Casos más pequeños aparecieron en la literatura médica en los años posteriores. Por ejemplo, en 2009, un consumidor de cannabis en el Reino Unido mostró síntomas que disminuyeron después de que dejó de usar marihuana. También la revista ‘Mayo Clinic Proceedings’ escribió sobre dos personas en 2009 que cumplieron con los criterios para SHC, que experimentaron una mejora en sus síntomas después de dejar de consumir cannabis.
Una revisión de 2016 de las investigaciones sobre el SHC publicadas entre 2000 y 2015 expondría el meollo del problema, observando que la mayor parte de estos estudios giran en torno a las preocupaciones de diagnóstico y tratamiento, señalando que «su fisiopatología sigue sin estar clara por una escasez de investigación».
Fases y síntomas
Pero, ¿cuáles son los síntomas y quién los contrae? Los más propensos a desarrollar el síndrome de hiperémesis cannabinoide son adultos jóvenes que tienen un historial de consumo diario prolongado de marihuana, pero los síntomas no se manifiestan de inmediato. Un informe de 2011 publicado en ‘Current Drug Abuse Reviews’ señaló que «en casi todos los casos, hay un retraso de varios años» desde el momento en que se comenzó a fumar marihuana hasta que se sintieron los primeros síntomas.
Así existen tres fases principales de este trastorno:
1- La fase prodrómica (los síntomas iniciales que preceden al desarrollo de una enfermedad) donde los pacientes experimentan náuseas matutinas generales y molestias abdominales o incluso dolor. Dado que estos síntomas son relativamente leves y pueden ocurrir después de años de consumo, muchos continúan fumando marihuana por la creencia de que el cannabis calmará su estómago.
2- La fase hiperemética, que es la fase aguda donde los efectos se intensifican; los pacientes sienten náuseas persistentes y pueden vomitar durante horas. La incomodidad en el abdomen se convierte en dolor, pérdida de peso y deshidratación. Esta fase generalmente cesa dentro de las 48 horas; y el tratamiento implica una terapia de reanimación con líquidos y medicamentos antieméticos.
3- Y termina con la etapa de recuperación, que comienza con el cese del consumo de marihuana. Un curioso efecto secundario es que los pacientes se ven obligados a tomar duchas o baños calientes, a veces incluso despertándose en medio de la noche para hacerlo. Se especula que la hiperémesis altera la capacidad del cerebro para regular la temperatura central del cuerpo, y los baños calientes proporcionan un efecto calmante. Sin embargo, este efecto es solo temporal, y los pacientes se sienten enfermos nuevamente a los pocos minutos de salir del baño o la ducha.
¿Cómo se gestiona este trastorno?
Solo hay una forma reconocida de «tratamiento» para el síndrome de hiperémesis cannabinoide, y es la interrupción del consumo de marihuana. Cuando se hace, se sabe que los pacientes se recuperan, pero esto puede llevar de unos pocos días a unos pocos meses. Sin importar la duración del período de recuperación, los pacientes ya no experimentarán náuseas, su apetito vuelve a la normalidad y recuperan la pérdida de peso corporal.
Finalmente, algunas personas que padecen SHC pueden volver a tomar cannabis en dosis muy bajas sin volver a padecer los síntomas. Sin embargo, existen otras que ya no lo toleran nunca más.
¿Qué puede causar los síntomas?
El síndrome de hiperémesis cannabinoide es muy raro, por lo que no hay consenso sobre por qué el cannabis podría causar síntomas tan drásticos. Algunos científicos sugieren que el mismo mecanismo por el cual el cannabis ayuda a las personas a sentir menos náuseas (al activar ciertas partes del sistema nervioso central) también podría tener otras reacciones gastrointestinales adversas.
Esto presenta un dilema interesante, porque existe la teoría de que el exceso de THC puede hacer que los receptores cannabinoides de algunas personas actúen de manera opuesta a cómo deberían hacerlo. Por ejemplo, sabemos que el THC es bastante eficaz para detener náuseas y vómitos, ya que se une a los receptores en las células ubicadas en la parte del cerebro que controla estos síntomas. Una vez que el THC se une al receptor, ocurre una reacción química, que le dice a las células que ya no envíen el mensaje de náuseas/vómitos. Sin embargo, en el síndrome de hiperémesis cannabinoide, el THC causa el efecto opuesto: aumenta las náuseas y los vómitos.
Por tanto, existe la posibilidad de que algunas personas estén predispuestas a esta reacción paradójica por consumir THC en exceso. Aquellos usuarios que consumen bajas dosis de THC tienen muy pocas probabilidades de desarrollar SHC. Además, incluir cannabidiol (CBD) o cannabinoides ácidos (THCA y CBDA) en un tratamiento puede aumentar la eficacia y disminuir el riesgo de padecer cualquier efecto secundario no deseado.
Cuestionando el SHC
Mientras este extraño síndrome ha ganado interés en los círculos cannábicos, el escepticismo y la duda continúan. Son varios médicos los que han expresado su preocupación con respecto a la similitud con otros diagnósticos, como gastroenteritis, inflamación de la vesícula biliar y apendicitis. Otras posibilidades incluyen una fuente desconocida para el vómito, es decir, una sustancia que no es del cannabis.
Aquellos que respaldan esta teoría han señalado a un químico encontrado en el pesticida aceite de neem como un posible culpable. Y sugieren que la azadiractina, un compuesto insecticida, produce síntomas similares a los del SHC, lo que desencadena un diagnóstico erróneo. Esto sugiere que los productos químicos usados con los nuevos métodos de cultivo también pueden desempeñar un papel importante.
Con tantas perspectivas distintas, es probable que la discusión sobre el síndrome de hiperémesis cannabinoide continúe hasta que la investigación brinde más claridad a la comunidad cannábica. Una de las pocas cosas conocidas es que simplemente deteniendo el consumo de marihuana el síndrome desaparece. Aparte de ese hecho, el SHC sigue siendo un misterio.
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